Cada año, en el verde fosado medieval alrededor de las murallas de Montagnana, se celebra, suspendido entre historia y cuento, el ritual del Palio: una carrera entre los diez municipios de la antigua "Sculdascia" de Montagnana, que se confrontan diez jinetes en una prueba emocionante y apasionante, donde la habilidad, la fuerza y la inteligencia son características fundamentales para vencer. La trama del "Palio de los 10 municipios" es muy compleja y sigue el enredarse de los hechos históricos de su territorio. Cada Municipio acompaña a su jinete con una representancia: el confalón escoltado por el Capitán y por los armígeros y después damas y notables, un grupo característico y para terminar los tamborileros y los portadores de banderas. Diez jinetes, montando a "pelo", es decir, sin silla, llevan al desafío los colores de 10 Municipios: entre el verde del fosado medieval y el rojo de los ladrillos de las murallas y de los castillos. El desafío tiene lugar, al principio, entre dos grupos de cinco caballos, sorteados en la Ceremonia del Juramento: sólo los primeros dos de cada grupo más el mejor tercero se disputarán el verdadero "Palio". En el intervalo entre las dos carreras, tiene lugar la "Competición de los Confalones" (Gara dei Gonfaloni): una carrera entre los confalones de los 10 municipios en el mismo recorrido que los caballos. Una carrera terrible, una fatiga enorme: los hombres corren por unos 700 metros levantando los confalones como velas al viento. Cada Confalón mide 80 cm por 1,60 metros, à los que se le añade el peso del asta. Después de los confalones y de un breve espectáculo de los portadores de banderas, protagonistas son de nuevo los caballos en la más esperada y espectacular de las competiciones: la carrera del PALIO. Cinco son los caballos que participan, los mejores: a ellos son confiadas las esperanzas y los propósitos de un año. La carrera empieza, terrible y solemne como debe ser un acontecimiento único y decisivo: tres vueltas, séis curvas cerca de la empalizada y del final. Una carrera con el corazón en un puño, en un momento que dura un año. La competición proclamará los vencedores y los perdientes. Sin embargo, el Palio no se acaba con la carrera: la manifestación se concluye a medianoche con el "incendio de la torre". La Rocca degli Alberi es quemada para recordar el incendio que Ezzelino provocó en Montagnana en el siglo XIII: a partir de aquella derrota y de la sucesiva rebellión nació el Palio. Una fiesta llena de vida y de emociones.