Ya en el siglo XII la Abadía de S. María de Carceri era conocida como hospedería donde alojaban los peregrinos del Norte de Europa que, dirigidos a Roma, recorrían la calle que de Padua llegaba a Bologna. En 1399 los monjes ampliaron ulteriormente la iglesia: la estructura era de tres naves románicas. En 1407 los Agustinianos dejaron Carceri diezmados por las carestías debidas a las pestilencias y a las invasión de los saltamontes, muy frecuentes en esos tiempos. Para dar de nuevo vida a la Abadía, Papa Gregorio XII pasó la posesión y la administración de la iglesia y del monasterio de los monjes agustinianos a los camaldulenses, que se quedaron allí durante casi tres siglos. Con los camaldulenses la Abadía vivió un periodo de extraordinario esplendor.
Los monjes continuaron la obra de saneamiento de las tierras, ampliaron las estructuras de la Abadía, que fue dotada de cuatro claustros, construyeron una amplia sala para la biblioteca, una hospedería para los peregrinos, ampliaron la iglesia con el coro y a lo largo de las tres naves quemadas por un incendio (1643) construyeron la actual nave única (de estilo barroco) bendecida por S. Gregorio Barbarigo en 1686. Los monjes camaldulenses habían creado cerca de la Abadía una vedadera Academia de Estudios en colaboración con la Universidad de Padua, tenían un noviciado y una escuela de formación de jóvenes para la vida monástica. Además, manejaban la cerámica que sucesivamente cocían en el horno, gestionaban un establo con alrededor de cien animales, una farmacia considerada la más antigua del Véneto, prueba de su conocimientos botánicos y de las hierbas oficinales. Del siglo XIV al siglo XVI la Abadía de Carceri fue una de la más ricas del Véneto.
Alrededor de la mitad del siglo XVII los monjes camaldulenses eran más de 60 y numerosos eran también los hermanos no sacerdotes que vivían la vida monástica. La Abadía tenía legados, prebendas, tributos, concesiones y más de 3600 campos paduanos saneados y cultivados.
De este periodo aureo quedan el gran claustro del siglo XVI, la nave de la iglesia con el coro, la parte alta del pórtico de acceso, la hospedería, la sala de la bibliotéca, un tiempo llena de códigos y libros imprimidos, muchos de ellos fueron llevados por los monjes en 86 cajas en la época de la supresión, dispersos o vendidos. En 1690 Papa Alejandro VIII suprimió la Abadía de Carceri y sus territorios fueron vendidos en subasta para financiar la República de Venecia en la guerra en contra de los turcos.
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